QueRicoLoQuePico

    Marzo 2015

 

    Contentos con el lugar. Estábamos un domingo por la playa sin saber dónde comer. Eran las cuatro de la tarde y pensábamos que ya no  nos atenderían en ningún sitio pero, tuvimos suerte. Preguntamos en Casa Ripoll y nos dijeron que sin problema. Nos tocó esperar 15 minutos para que nos dieran mesa pero, nos dieron mesa después de las cuatro de la tarde. 

 

    Decidimos pedir el menú que ofrecían. Ese menú incluía una bebida por persona pero dos de nosotros queríamos tomar vino por lo que pedimos una botella. Nos avisaron de que la botella no entraría en el menú. Todo claro.

 

    En el menú todo estuvo genial. Una ensalada con vinagreta de remolacha, un plato de fritos (calamares, pescaditos y gambas), un plato con dos croquetas para cada uno y el plato principal. Todos pedimos arroz con bogavante. Después, el postre y los cafés.

 

    Fueron solamente 20 € por persona. El camarero nos atendió más que bien, bromeando y con una sonrisa en la boca. Muchos otros nos hubieran odiado por sentaros a comer a esas horas.

 

    Finalmente no nos cobró la botella de vino. Todo detalles buenos de este sitio que te dejan con buen sabor de boca y te invitan a volver. Buena opción sin duda.